Hoy domingo de Ramos me desperté algo temprano, sobre todo por ser domingo. Tenía ganas de dar un paseo por el centro de Sevilla. Estamos en Semana Santa, quizás la fiesta más popular de mi ciudad o por lo menos la que a mi gente le atrae más, no hay duda. La herencia más criticada por los sevillanos, el carril bici, de nuestro anterior alcalde, Monteseirín, me ha venido de perlas. He desayunado en la cafetería Burgos de la calle Sinaí, tostada con aceite y jamón y un buen café, nada más apropiado para coger energías.
Quiero hacer fotografías, quiero disfrutar de las escenas que hoy se darán en mi ciudad por motivo de esta gran fiesta.
El tiempo no acompaña demasiado, está nublado y llovizna. Pero no importa, al igual que yo mis paisanos no se acobardan por la lluvia y el mal tiempo, en Sevilla se respira un ambiente que no es propio de ningún lugar, la emoción y la satisfacción de que llegó el gran día se ha vuelto como una materia visible en el aire, en las calles.
He cargado mi pentax con película byn. Es una fiesta con una gran carga de misterio y dramática, muy dramática. El tipo de soporte me ayudará a expresarme de mejor manera. Al llegar a los exteriores de la Catedral me llama la atención las pilas de sillas que se encuentran a lo largo de la avenida, las fotografío. Son un verdadero icono.
Está todo preparado, pero vacío, sin gentes. Parece mentira pero en pocas horas, si el mal tiempo no lo estropea, todo estará tan lleno de gente que no cabrá ni un alfiler.
Un niño sujetando una palma, la carrera oficial llena de sillas vacías, los escaparates de la calle Tetuán decorados con imágenes de Semana Santa, el suelo de nuestras calles llenos de azahar, huele a azahar, una pedigüeña en la puerta de una iglesia con personas ataviadas con sus mejores trajes y de fondo se observa la majestuosidad y la rica decoración de un paso de palio.
Se me viene a la mente aquellos hermosos versos de Antonio Machado, "...Cantar de la tierra mía, que echa flores al Jesús de la agonía y es la fe de mis mayores."
Reflexiono, fotografío y sigo disfrutando con mi paseo